martes, 27 de noviembre de 2012

proyecto De Reglamento general de instrucción publica

proyecto De Reglamento general de instrucción publica




LOS PROYECTOS EDUCATIVOS
DEL SIGLO xIx: MÉxICO Y LA
CONSTRUCCIóN DE LA NACIóN
rosalía meníndez*
resumen: Durante el siglo xix se ensayan diver-
sos proyectos educativos, tanto conservadores
como liberales. Sólo hasta la llegada de Porfirio
Díaz al poder consigue uno de estos proyectos vol-
verse realidad.
PaLabras cLave: educación, siglo xix, México,
Juárez, Díaz.
abstract: In the nineteenth century, several
conservative and liberal educational projects were
tried out, however it was until Porfirio Diaz’s rise to
power that one became a reality.
Keywords: education, nineteenth century, Mexico,
Juárez, Díaz.
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recePción: 22 de marzo de 2011.
acePtación: 23 de agosto de 2011.
* Universidad Pedagógica Nacional.
Estudios 101, vol. x, verano 2012.
©ITAM Derechos Reservados.
La reproducción total o parcial de este artículo se podrá hacer si el ITAM otorga la autorización previamente por escrito.
NOTAS
LOS PROYECTOS EDUCATIVOS
DEL SIGLO xIx: MÉxICO Y LA
CONSTRUCCIóN DE LA NACIóN
Introducción
L
a política educativa que hoy día
se aplica en los diferentes espacios
y ámbitos educativos del país resul-
ta impensable si desconocemos o
ignoramos su pasado histórico, es
decir, su memoria; el presente artícu-
lo tiene por objeto presentar algunas
ideas, planteamientos y propuestas que
dieron origen a la construcción de
proyectos educativos a lo largo del
siglo xix; a partir de este material se
analiza la destacada labor de profe-
sores, pedagogos, políticos y edu-
cadores interesados en la educación
del país.
El siglo xix resulta de gran impor-
tancia y yo diría que es fundamental
para comprender la construcción de
192
un sistema educativo moderno orga-
nizado y dirigido por el Estado. De
allí la pertinencia de hablar de los
orígenes de la política educativa
contemporánea.
Iniciativas y ensayos educativos:
la construcción de la nación
mexicana, 1821-1854
El año de 1821 marca el inicio de la
vida independiente del país; el mo-
mento resulta complejo y difícil pues
es necesario imaginar a la nación y
dar paso a su construcción; las pro-
puestas son variadas pues son el
reflejo de los actores políticos invo-
lucrados en el moviendo independen-
Estudios 101, vol. x, verano 2012.
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NOTAS
tista; borbonistas, iturbidistas, insur-
gentes y liberales, cada unos de estos
grupos con diferentes visiones cul-
turales e ideológicas; sin embargo,
existe un punto que los une e identi-
fica, el educativo; las declaraciones
gubernamentales de la época ilustran
el punto: “Nada puede contribuir
tanto a la prosperidad nacional, como
la ilustración pública y la acertada
dirección que se dé a la juventud”,
declara en 1823 el Supremo Poder
Ejecutivo de la joven República.1
Más tarde, Guadalupe Victoria declara:
“La ilustración sirve para la existen-
cia de las naciones, las educa y las
conserva”. Bajo esta misma línea,
Vicente Guerrero declara: “Conven-
cido de que las luces preparan y hacen
triunfar el imperio de las libertades,
abriré todas las fuentes de la instruc-
ción pública. Los gobiernos populares,
para quienes es un interés que los
pueblos no vivan humillados, se apre-
suran a dar a las artes y las ciencias
el impulso que tanto les conviene”.2
Podemos ver que este interés se
vincula con la necesidad de impulsar
el progreso, la libertad y la razón
en la joven nación, pero esto no será
suficiente: habrá que impulsar accio-
nes más concretas.
Ya el gobierno de Agustín de
Iturbide, en 1822, intenta considerar
el tema educativo; sin embargo, care-
1
François xavier Guerra, méxico del antiguo
régimen a la revolución, 1995, México, fce, p. 394.
2
Ibid.
ce de fondos suficientes para apoyar
un proyecto amplio, por tanto, éste
queda en manos de la Compañía
Lancasteriana,3 la cual debía fundar
con el tiempo escuelas elementales
y normales; el Estado quiere impul-
sar la educación, pero no cuenta con
los recursos necesarios; por ello, de-
berá valerse de instituciones alternas
que apoyen esta iniciativa.
El primer ensayo educativo se
presenta en el año de 1823 bajo el
gobierno del Supremo Poder Ejecu-
tivo, Proyecto de Reglamento General
de Instrucción Pública; en su art. 1°
se anota que la educación ha de ser
pública y gratuita. El art. 3°, todo ciu-
dadano tiene derecho a instruirse; nadie
ha de pagar por ella, y la instrucción
será uniforme y por los mismos mé-
todos y tratados elementales. Art. 6°,
se suprimen los gremios de maestros,
pues todo ciudadano tiene facultades
de formar establecimientos de ins-
trucción. Arts. 11° y 12°, la Instruc-
ción Pública estará a cargo de una
Dirección Nacional. Art. 33°, pres-
cribe que se establezcan escuelas
públicas de primeras letras para ins-
truir a los niños y formar sus costum-
3
La Compañía Lancasteriana fue fundada en
el año de 1822; los fundadores fueron: doctor Manuel
Codorniú, licenciado Agustín Buen Rostro, Ma-
nuel Fernández Aguado, coronel Eulogio Villau-
rrutia y profesor Nicolás Germán Prissete, susti-
tuido éste más tarde por el profesor Eduardo Tu-
rreau de Linieres. La primera escuela de la
Compañía fue ubicada en el local de la Antigua
Sala Secreta de la Inquisición.
Estudios 101, vol. x, verano 2012.
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NOTAS
bres en utilidad propia y provecho de
la nación.4 Así mismo, se establece un
currículo para la primaria; en éste, se
presentan las asignaturas de lectura,
escritura, aritmética, geometría, gra-
mática, catecismo religioso y moral,
dibujo y dos materias fundamentales
para el nuevo Estado: Constitución del
Estado y Catecismo Político, es decir,
se da un espacio al tema cívico y por
tanto a la formación (si bien incipien-
te) de ciudadanos.
Este proyecto consideró la edu-
cación de las niñas y de los adultos
y se ordenó la creación de escuelas
para atenderlos.
La educación de primeras letras
fue la prioridad del gobierno, es decir,
la que atendía la enseñanza de la es-
critura y la lectura fundamentalmente,
aunque también se dio atención a la
educación superior; las carreras es-
tablecidas fueron: teología, jurispruden-
cia canónica y civil, medicina, cirugía
y farmacia y ciencias naturales.
Las buenas intenciones de Pedro
Celestino Negrete, Nicolás Bravo y
Guadalupe Victoria fueron eso: un
excelente propósito que no se llevó a
cabo; la razón fue la falta de recursos
económicos, maestros y espacios es-
colares.
A los pocos meses se instauró la
República Federal y se promulgó una
194
4
Ver Ernesto Meneses, Tendencias educati-
vas oficiales en méxico, 1821-1911, 1998, México,
Centro de Estudios Educativos y Universidad
Iberoamericana, p. 94.
Estudios 101, vol. x, verano 2012.
nueva constitución política y un nuevo
plan educativo que se dio a conocer
en 1826.
Fue la segunda propuesta educa-
tiva; nuevamente encontramos la
insistencia de que la instrucción
pública se dé en establecimientos
destinados para tal efecto; se presen-
tó un currículo para primaria, que
incluía prácticamente las mismas
asignaturas que el anterior, aunque
destacan la inclusión de las mate-
rias de moral y urbanidad; además,
se incluye una nueva materia: “Cono-
cimientos de Derechos Civiles”. Se
continúa con el tema cívico, tan nece-
sario para una nación en ciernes. La
instrucción es obligatoria y se llevará
según el método lancasteriano. En el
Distrito Federal son los ayuntamien-
tos los encargados de impartir esta
educación: por cada pueblo de 100
familias deberá establecerse una es-
cuela; los maestros serán selecciona-
dos según lo acordado por el ayun-
tamiento; las plazas de instrucción
se otorgarán por examen público ante
un comité elegido por esta instancia
y éste se validará cada dos años.
Respecto de la escuela prepara-
toria, ésta enriquece su currículo con
materias un tanto científicas, como mi-
neralogía, geología, botánica, zoolo-
gía e incluye gramática de lenguas
antiguas. Por su parte, la formación
profesional se vería apoyada con re-
cursos como bibliotecas, colección de
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NOTAS
mapas, laboratorios y seis escuelas
de ciencias aplicadas: artillería, inge-
niería, canales, minería, puentes, ca-
minos, ingeniería geográfica y cons-
trucción naval. El proyecto ofrecía
grandes posibilidades; sin embargo,
tenía un problema: carecía de fondos
y no señalaba la manera de sostener
tan ambicioso proyecto.
La situación económica del país
impidió que estas iniciativas en ma-
teria educativa se pusieran en prác-
tica; se dieron reajustes y, para 1827,
surge un tercer plan educativo, el cual
busca nuevamente y con muy buenas
intenciones impulsar la educación
pública en el país; se precisa que todo
ciudadano debe saber leer y escribir,
además debe fortalecer la forma-
ción en urbanidad y civilidad; para ello
se incluyen las materias de urbanidad
y catecismo político; ambas materias
estuvieron unidas de alguna manera
al buscar como objetivo la formación
de buenos ciudadanos que respetaran
las reglas de la sociedad urbana; di-
chas materias compartieron espacios
comunes prácticamente durante todo
el siglo xix.5
En su art. 2° se indica que el
número de escuelas se adaptará a
la población de las parroquias; además
se habla de un cuerpo de inspecto-
res que deberá supervisar las escuelas.
Los maestros serán examinados; se
5
Al respecto, ver los trabajos de Valentina Torres
Septién y Jesús Marqués.
fijan sueldos de $100.00 para los
maestros y $83.00 para las maestras.
El art. 13° establece que la enseñan-
za es gratuita.6
Para 1832, durante la gestión de
Anastasio de Bustamante, el Sr. Va-
lentín Olaguíbel presentó ante la
Cámara de Diputados un nuevo en-
sayo educativo, proyecto sobre arreglo
de la Instrucción pública; en este do-
cumento se reconoce la difícil y pe-
nosa situación por la que atraviesa
la instrucción pública en el país, la
cual es el resultado de la inestable
situación política y económica; de
allí, que se plantee un plan sencillo
y económico para la educación.
En su art. 1° se anota: La enseñan-
za costeada por fondos públicos será
pública, gratuita y uniforme.
Art. 2°. La enseñanza privada
será libre, se impedirá que se enseñen
doctrinas contrarias a la religión ca-
tólica, la buena moral o contrarias a
la Constitución.7
El currículo de primaria para
niños incluye la materia de principios
elementales de religión y de moral,
y el de niñas incluye sólo materias
propias de su sexo: lectura, escritura
y aritmética; por supuesto, urbani-
dad y religión, y se suprime “Nocio-
nes de la Constitución”. Para el nivel
de preparatoria se eliminan once
materias y sólo queda con cinco. Fi-
Ernesto Meneses, op. cit.
Ibid., p. 116.
6
7
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NOTAS
nalmente, en su art. 172° se indican
las funciones de la Dirección Gene-
ral de Instrucción Pública: velar por la
enseñanza pública y cuidar que se
observen los reglamentos.
Este proyecto efectivamente fue
extremadamente sencillo, austero y
conservador; tanto que al año si-
guiente es cancelado; en 1833 se
desata la gran polémica en torno a la
iniciativa liberal de educación laica;
el vicepresidente Valentín Gómez
Farías presentó una fuerte reforma
educativa en la cual destacan los si-
guientes artículos: 1°. Se suprime la
Universidad de México y se estable-
ce una Dirección General de Instruc-
ción Pública para el Distrito Federal

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